Alejandro Gertz Manero presentó formalmente ante el Senado su renuncia como titular de la Fiscalía General de la República (FGR), cargo que ocupó desde diciembre de 2019. La dimisión fue recibida y aprobada por el pleno legislativo la tarde del 27 de noviembre de 2025, marcando el fin anticipado de una gestión que estaba prevista hasta 2028.

En su carta de renuncia, Gertz Manero informó que la decisión responde a una invitación del Gobierno de México para asumir una embajada en un “país amigo”, argumento que presentó como causa grave, tal como lo contempla la Ley Orgánica de la FGR para permitir la separación del cargo antes de concluir el periodo.

La discusión en el Senado fue amplia y dividida. La renuncia fue aprobada con mayoría calificada, registrándose más de 70 votos a favor y poco más de 20 en contra. Legisladores destacaron que, aunque el cargo cuenta con autonomía constitucional, la decisión se enmarca en la relación institucional entre poderes.

Con la aceptación de la dimisión, entró en vigor el proceso para designar al nuevo titular de la FGR. De manera provisional, asumirá la conducción Ernestina Godoy Ramos, quien ya se desempeñaba como fiscal especializada dentro de la institución y fue designada como encargada de despacho mientras avanza el relevo.

Conforme al procedimiento constitucional, el Senado deberá integrar una lista de al menos diez aspirantes. Posteriormente, el Ejecutivo enviará una terna al Legislativo para la elección del nuevo fiscal, que requiere mayoría calificada para su ratificación.

La salida de Gertz Manero ocurre tras casi seis años al frente del organismo, periodo marcado por controversias públicas, tensiones institucionales y casos emblemáticos que pusieron a la FGR en el centro del debate nacional. Su eventual nombramiento como embajador abriría una nueva etapa en su trayectoria pública, mientras el país entra en un proceso clave para definir el rumbo de la procuración de justicia en los próximos años.