Ciudad de México, 4 de julio de 2025 — El pasado de Frida Muñoz Román, actual esposa del boxeador Julio César Chávez Jr., ha vuelto al centro de atención mediática, luego de que se confirmara que en su juventud mantuvo una relación con Édgar Guzmán López, hijo del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán, y fruto de esa unión nació una hija: Frida Sofía Guzmán Muñoz.
La relación entre Frida Muñoz y Édgar Guzmán ocurrió en la década del 2000, cuando ambos tenían entre 18 y 20 años. En 2006 nació su hija, quien actualmente busca abrirse camino como cantante de regional mexicano. Édgar Guzmán fue asesinado en 2008 durante un tiroteo en Culiacán, en un hecho que conmocionó a Sinaloa y fue atribuido a una presunta confusión entre grupos criminales.
Tras la muerte de Guzmán López, Frida Muñoz se trasladó a Estados Unidos, donde años después conoció al excampeón mundial de boxeo Julio César Chávez Jr., con quien se casó en 2018. Juntos tienen dos hijos y han criado a Frida Sofía como parte de su familia.
El nombre de Frida Muñoz volvió a surgir en medios luego de que Julio César Chávez Jr. fuera detenido esta semana en Los Ángeles por problemas migratorios. Según fuentes oficiales, Chávez Jr. mintió en su solicitud de residencia y enfrenta además una orden de aprehensión en México por presuntos vínculos con el Cártel de Sinaloa. Las autoridades estadounidenses señalan como parte del contexto su matrimonio con Muñoz, quien ha estado relacionada por parentesco con la familia Guzmán.
Pese a los señalamientos, ni Frida Muñoz ni su hija Frida Sofía enfrentan cargos legales. La joven cantante ha expresado en entrevistas su deseo de construir una carrera por mérito propio, desvinculándose del legado criminal de su abuelo y buscando una identidad musical única.
Por su parte, Chávez Jr. ha defendido a su familia y reconocido públicamente que “Ovidio es el tío de mi hija”, refiriéndose a Ovidio Guzmán, líder del llamado grupo de “Los Chapitos”, aunque aseguró no tener vínculos con actividades ilícitas.
Mientras continúa el proceso de deportación contra el exboxeador, el caso genera un debate sobre la relación entre figuras públicas, herencias familiares y la delgada línea entre la vida privada y la notoriedad mediática.