Atleta rarámuri corre 550 kilómetros de Santa Mónica a Las Vegas y reafirma su lugar como leyenda viva del ultramaratón
Por Redacción | Cuarto Poder | Junio 2025
Santa Mónica, California. — La atleta rarámuri María Isidora Rodríguez ha vuelto a hacer historia. Con una hazaña de resistencia física y espiritual, completó 550 kilómetros corriendo desde Santa Mónica hasta Las Vegas, calzada con sus tradicionales huaraches y vestida con falda típica de su comunidad, demostrando que el corazón indígena mexicano sigue latiendo con fuerza en el escenario mundial del ultramaratón.
Originaria de la Sierra Tarahumara en Chihuahua, Rodríguez ha sido una figura destacada en competencias de largo aliento, como el Ultra Maratón Caballo Blanco. Esta nueva proeza refuerza su reputación como una mujer incansable, forjada en la tierra de los corredores naturales, los rarámuri —una palabra que en su lengua significa “los de los pies ligeros”.
A lo largo de su carrera, María Isidora ha dejado claro que no corre por fama ni por reconocimiento mediático. “Yo no busco fama, yo busco caminos”, ha declarado en más de una ocasión. Y así lo demostró nuevamente, enfrentando terrenos complejos, climas cambiantes y cientos de kilómetros con la firmeza de quien corre no sólo con el cuerpo, sino con el alma.
El equipo “RaRaRa”, del cual forma parte, celebró el logro con un mensaje emotivo que ha sido compartido y aplaudido en redes sociales: “Isidora lo volvió a hacer. Nos vuelve a recordar de qué estamos hechos como pueblo”.
Más allá de las competencias, María Isidora representa un símbolo viviente de identidad, resistencia y orgullo nacional. Su participación en eventos internacionales no solo visibiliza el talento deportivo indígena, sino también una forma de vivir y caminar el mundo con dignidad, humildad y coraje.
En tiempos donde el deporte suele estar ligado a grandes marcas y reflectores, María Isidora Rodríguez corre con otra brújula: la de sus ancestros, el viento de la montaña y la voz de la tierra. Su carrera no tiene línea de meta, sino una dirección: hacia adelante, siempre.
