
Ciudad de México / 24 de octubre de 2025 – La actriz venezolana Gabriela Spanic protagonizó un polémico episodio en la décimo-séptima edición del reality show brasileño A Fazenda 17 (versión VIP), transmitido por la cadena Record TV, que derivó en su auto-eliminación/expulsión del programa.
El incidente
Durante la dinámica denominada “Lavagem de roupa suja” (en español, “Lavado de ropa sucia”), Spanic llamó a su compañera Tâmires Assis al centro de la sala para dar un discurso sobre violencia dentro del programa. Sin embargo, el discurso culminó con Spanic propinándole una bofetada a Assis, lo cual fue interpretado por la producción como una clara violación del reglamento del concurso.
Tras la agresión, Spanic manifestó que no soportaba más la “permisividad selectiva” con los episodios de violencia entre participantes y anunció que se retiraba del programa. Sin embargo, la producción decidió catalogar su gesto como expulsión oficial, alegando que el contacto físico agresivo está prohibido.
Antecedentes y contexto
- La actriz venezolana había ingresado al reality el 15 de septiembre de 2025.
- El momento del incidente ocurrió el domingo 19 de octubre de 2025 tras más de un mes de confinamiento.
- El medio brasileño O Globo reportó que la bofetada había sido “planeada” como parte del discurso de protesta de Spanic.
Reacción e implicaciones
El momento se volvió viral en redes sociales y generó debate sobre los límites de la convivencia en los reality shows, la tolerancia a la violencia interpersonal y la responsabilidad de los productores frente a conflictos dentro del encierro. Algunos usuarios consideraron que Spanic intentaba visibilizar conductas agresivas no sancionadas en el programa, mientras que otros reprocharon que su acto constituyera ella misma un acto de violencia.
Para la producción del programa, la decisión de expulsar o aceptar la renuncia de una figura pública como Spanic implica también un riesgo de imagen: debe solventar la percepción de seguridad, justicia y control dentro del formato.
Consecuencias para el programa y para los involucrados
- Spanic queda fuera de la contienda por el gran premio del reality.
- Tâmires Assis pasa a estar bajo mayor escrutinio mediático, como víctima directa del momento.
- El programa puede enfrentar presión por parte de audiencia y patrocinadores para clarificar sus protocolos internos respecto al trato de conflictos físicos.
- Para Spanic, el incidente puede repercutir tanto en su imagen pública como en futuras participaciones televisivas: por un lado, se le puede atribuir el intento de denunciar violencia; por otro, la agresión le resta credibilidad como protagonista de un mensaje anti-violencia.
Conclusión
Lo que comenzó como una dinámica de programa común, se transformó en un momento explosivo que pone de relieve las tensiones latentes en formatos televisivos de encierro y la delgada línea entre la provocación artística, el espectáculo y la convivencia real. En este caso, Gabriela Spanic optó por «salirse del juego» con una bofetada simbólica que terminó siendo literal —y costosa— para su permanencia en el certamen.