Tamaulipas.– Este 28 de junio, Tamaulipas se une a la conmemoración del Día Internacional del Orgullo LGBTQ+, una jornada que trasciende la celebración para convertirse en un llamado urgente a la reflexión sobre la situación que enfrenta esta comunidad en el estado.
A pesar de los avances legislativos, como la aprobación del matrimonio igualitario el 19 de noviembre de 2022 —cuando el Congreso estatal votó 23 a 12 a favor—, las personas LGBTQ+ continúan enfrentando barreras estructurales y sociales que limitan el ejercicio pleno de sus derechos.
Jóvenes, pero emocionalmente vulnerables
Según datos del INEGI, el 46.5 % de la población LGBTQ+ en México tiene entre 18 y 29 años, y un 21 % se encuentra entre los 15 y 17 años. Sin embargo, estas cifras también vienen acompañadas de una dura realidad emocional: el 88.7 % reporta vivir con estrés, el 64.9 % con ansiedad o miedo, y más de la mitad sufre depresión o insomnio.
En un contexto donde el rechazo social sigue presente, la salud mental se convierte en un tema urgente para el que aún no existen políticas públicas adecuadas en el estado.
Derechos aún en espera
Pese a la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo, otras demandas siguen sin respuesta. La comunidad LGBTQ+ en Tamaulipas aún no cuenta con un marco legal que garantice el cambio de identidad de género en documentos oficiales, ni con leyes que faciliten la adopción por parte de parejas del mismo sexo.
También se denuncia la falta de servicios de salud pública especializados para atender a esta población, lo que agrava la vulnerabilidad de quienes enfrentan problemas emocionales, hormonales o de transición.
Discriminación laboral: un obstáculo cotidiano
La exclusión del mercado laboral formal afecta al 70 % de las personas LGBTQ+ en Tamaulipas, según la activista Roxana Martínez. Esta cifra refleja no solo el rechazo directo por parte de empleadores, sino también obstáculos burocráticos como la falta de documentos oficiales actualizados con la identidad de género correspondiente.
Además, persisten prácticas discriminatorias ilegales como la solicitud de exámenes médicos como condición para ser contratado, lo que vulnera derechos laborales básicos.
La violencia no da tregua
La violencia hacia esta comunidad sigue siendo una amenaza persistente. En los últimos ocho años, se han documentado 29 homicidios por odio en el estado, mientras que la Fiscalía General del Estado ha registrado cerca de 100 crímenes de odio, incluyendo secuestros, lesiones y desapariciones, dirigidos especialmente contra personas homosexuales y lesbianas.
Estos números evidencian un clima de hostilidad que aún está lejos de ser erradicado.
Resistencia y orgullo
Frente a este panorama, la respuesta ha sido resistencia organizada. El pasado 14 de junio, alrededor de mil personas se unieron a la quinta Marcha del Orgullo en Tampico, exigiendo el cese de la homofobia, lesbofobia y transfobia, así como reformas urgentes en materia de derechos humanos.
Los colectivos locales también han intensificado su presión sobre el Congreso de Tamaulipas para que se legisle en favor de una igualdad real y no sólo simbólica.
Del arcoíris a la acción
Este Día del Orgullo, más que una fiesta, es una oportunidad para reafirmar que los derechos de la comunidad LGBTQ+ no pueden depender de la coyuntura ni de la voluntad política. Es un recordatorio de que la igualdad se construye con acciones, reformas y justicia.
El mensaje es claro: en Tamaulipas, el orgullo también es lucha.