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Washington, D.C., 10 de mayo de 2025 — En el marco de su endurecida política migratoria, el gobierno del presidente Donald J. Trump analiza la posibilidad de suspender el derecho al habeas corpus, una de las garantías legales fundamentales del sistema judicial estadounidense, con el objetivo de acelerar deportaciones masivas.

La medida fue confirmada este viernes por Stephen Miller, subdirector del gabinete de políticas de la Casa Blanca, quien aseguró que la administración “contempla seriamente” aplicar esta medida excepcional si los tribunales no facilitan las expulsiones de migrantes en situación irregular. “La Constitución establece que el privilegio del recurso de habeas corpus puede suspenderse en caso de invasión. Es una opción que estamos considerando seriamente”, declaró Miller en una sesión informativa con medios de comunicación.

Trump ha reiterado en múltiples ocasiones que el país se enfrenta a una “invasión” migratoria y ha prometido expulsar a millones de personas que han ingresado sin autorización legal, a quienes califica abiertamente como “criminales”. No obstante, sus iniciativas, entre ellas las deportaciones exprés implementadas desde su retorno al poder en enero de este año, han sido frenadas en distintos tribunales, cuyos jueces insisten en garantizar el debido proceso.

Ante estos obstáculos legales, la Casa Blanca explora alternativas jurídicas que le permitan sortear las limitaciones impuestas por el poder judicial. Suspender el habeas corpus permitiría al gobierno evitar audiencias individuales para cada caso de deportación, acelerando así la expulsión de miles de personas. Sin embargo, expertos en derecho constitucional advierten que una decisión de este calibre enfrentaría impugnaciones legales inmediatas y escalaría con rapidez hasta la Corte Suprema.

El habeas corpus es una figura jurídica esencial que garantiza que toda persona detenida comparezca ante un juez para que se determine la legalidad de su detención. Su suspensión ha sido extremadamente rara en la historia de Estados Unidos, aplicada solamente en contextos de guerra o crisis nacional, como durante la Guerra Civil (1861-1865) y tras el ataque a Pearl Harbor en 1941.

Organizaciones defensoras de los derechos humanos han condenado la propuesta como una “deriva autoritaria” y un grave retroceso en las garantías legales del país. Mientras tanto, sectores conservadores aplauden la dureza del discurso de Trump y su promesa de restaurar el control fronterizo “sin trabas judiciales”.

La posible suspensión del habeas corpus se suma a una serie de medidas polémicas que marcan la nueva etapa del gobierno de Trump, cuyo discurso antimigrante vuelve a ocupar el centro del debate político nacional.

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