Un avión de American Airlines y un helicóptero Black Hawk del Ejército de EE. UU. colisionaron en el aire cerca del Aeropuerto Nacional Reagan de Washington, D.C., en un trágico incidente ocurrido el 29 de enero de 2025. El avión de American Airlines, con 60 personas a bordo, incluidos cuatro miembros de la tripulación, fue parte de un vuelo regional operado por PSA Airlines (vuelo 5342) que viajaba desde Wichita, Kansas, hacia Washington, D.C. Como resultado de la colisión, todos los vuelos en el aeropuerto fueron suspendidos mientras las autoridades intensifican las labores de rescate.
La aerolínea confirmó el incidente a través de un comunicado, señalando que está brindando toda la información disponible. “Estamos al tanto del reporte sobre el vuelo 5342 de American Eagle, operado por PSA, y nos comprometemos a proporcionar más detalles conforme los tengamos”, indicó American Airlines en su cuenta de X (anteriormente Twitter).
Hasta el momento, al menos cuatro personas han sido rescatadas y trasladadas a hospitales cercanos, mientras que las autoridades continúan la búsqueda de posibles sobrevivientes en el agua cercana. Se ha confirmado que el helicóptero llevaba tres personas a bordo, aunque no se había informado si eran miembros de la tripulación militar o si transportaban alguna autoridad de alto rango. En cuanto a las víctimas, el senador Roger Marshall, de Kansas, expresó su preocupación ante la magnitud del desastre, sugiriendo que el número de víctimas fatales podría ser elevado. “Cuando muere una persona, es una tragedia, pero cuando muchas personas pierden la vida, es un dolor insoportable”, comentó en una rueda de prensa.
La ruta del vuelo siniestrado
El vuelo PSA Airlines 5342 partió desde Wichita a las 5:22 p.m. CST, con destino al Aeropuerto Nacional Reagan. La aeronave, un Bombardier CRJ700, tenía una duración estimada de vuelo de 2 horas y 35 minutos, con llegada prevista a las 8:57 p.m. EST. El corresponsal de aviación de CNN, Pete Munteen, expresó su asombro por la colisión, destacando que los vuelos comerciales están equipados con sistemas de evitación de colisiones (TCAS), diseñados para prevenir accidentes con aeronaves cercanas, incluidos helicópteros. “Este incidente refleja una alineación increíble de fallos en la cadena de seguridad aérea”, comentó, subrayando lo sorprendente de que un avión comercial haya chocado con un helicóptero militar, especialmente dado el uso de tecnología avanzada y la capacitación de los pilotos.
Información sobre el helicóptero militar
El helicóptero Black Hawk involucrado en el accidente, que pertenece al Ejército de los EE. UU., tenía una tripulación de tres personas. Según un funcionario de defensa, el helicóptero no transportaba a ninguna autoridad de alto rango. El Departamento de Defensa, a través de su secretario Pete Hegseth, ha asegurado que está siguiendo de cerca la situación y está listo para ofrecer asistencia si es necesario. “El Departamento de Defensa está monitoreando activamente los hechos. Nuestras oraciones están con todos los involucrados”, declaró Hegseth en X.
El expresidente Donald Trump también expresó sus condolencias a través de un comunicado oficial de la Casa Blanca, agradeciendo a los equipos de emergencia por su rápida respuesta y asegurando que su administración está monitoreando el incidente de cerca.
Desafíos en las labores de rescate
La ubicación del accidente, cerca del río, representa un desafío adicional para los equipos de rescate. Las bajas temperaturas del agua, que rondan los 35°F (1,6°C), son una amenaza para la vida de las víctimas y dificultan la búsqueda, ya que las personas expuestas podrían perder el conocimiento en tan solo 15 a 30 minutos. La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) ya ha enviado un equipo de investigación, mientras que el FBI y el Departamento de Seguridad Nacional también están preparados para intervenir en caso de ser necesario.
Investigación y asistencia federal
El FBI, según un alto funcionario, no ha encontrado indicios de criminalidad o terrorismo en el accidente. Por su parte, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, anunció que se han desplegado todos los recursos de la Guardia Costera de EE. UU. para asistir en las labores de búsqueda y rescate. “Estamos monitoreando activamente la situación y listos para apoyar a los equipos locales”, señaló Noem, expresando sus oraciones por las víctimas y los primeros respondedores.
La investigación continúa, y las autoridades esperan obtener más información en los próximos días sobre las causas y circunstancias que llevaron a este trágico accidente.
Audio del control de tráfico aéreo: “Vi una bola de fuego y luego desapareció”
“Fire Command, el accidente ocurrió en el río. Tanto el helicóptero como el avión se estrellaron en el agua, en la aproximación a la pista 33″, informó el controlador aéreo tras la colisión en Washington, D.C.
Según su testimonio, un CRJ y un helicóptero Black Hawk del Ejército de EE.UU. impactaron en el aire aproximadamente media milla antes de la pista 33 del Aeropuerto Nacional Reagan. Tras el choque, el controlador vio una bola de fuego, y luego ambas aeronaves desaparecieron en el agua. “No he visto nada desde que cayeron al río”, agregó.
Las autoridades han desplegado equipos de búsqueda y rescate en la zona, mientras que la NTSB y la FAA encabezan la investigación para esclarecer las causas del accidente.
American Airlines habilita una línea para los familiares de los pasajeros
“Si cree que puede haber seres queridos a bordo del vuelo 5342, llame a American Airlines sin cargo al 800-679-8215″, indicó la aerolínea en un comunicado.
Otros accidentes aéreos en el río Potomac
La FAA (Administración Federal de Aviación) afirma en su sitio web que el accidente del vuelo Air Florida 90, ocurrido el 13 de enero de 1982, fue un catalizador clave para mejoras en la seguridad de las operaciones en condiciones invernales.
Ese accidente ocurrió cuando un Boeing 737-200 despegó del entonces llamado Washington National Airport (actual aeropuerto Reagan) y chocó contra el Puente de la Calle 14, cayendo luego al río Potomac, que estaba cubierto de hielo. Murieron 74 de las 79 personas a bordo y cuatro personas en el puente.
La NTSB (Junta Nacional de Seguridad en el Transporte) determinó que la falta de uso del sistema anti-hielo en los motores durante la operación en tierra fue la causa probable del accidente, y que el capitán pudo haber abortado el despegue debido a lecturas anómalas en los instrumentos del motor.